Acostumbrada al invierno y a la niebla,
La primavera me enfermo.
Y si hoy ya no quedan restos de mi...
Es que en la higuera desaparecí.
Tan frágil como una hoja
No quise perdurar en este mundo
Sin que nadie percibiera mi existir.
Las olas que cobijan nuestro encuentro
Hundirán en la eternidad
Cada latido que te di...
Cada palabra que omití...
Cada promesa que perdí...